Introducción
Caminas por la calle de Sant Gervasi de Cassoles, en el barrio de Sarrià, y tropiezas con un edificio histórico: el convento de las Mercedarias Misioneras.
El antiguo núcleo del barrio, la calle de Sant Gervasi de Cassoles, esconde uno de los edificios más históricos de Sarrià: el convento de las Mercedàries Missioneres.
En el año 1860, las Mercedarias fundaron la escuela para niñas externas e internas, y una escuela gratuita para niñas de clase obrera. Durante la Guerra Civil, los templos y colegios religiosos fueron colectivizados y cambiaron sus funciones a dependencias del Gobierno provisional de la Segunda República. Sant Gervasi, zona de abundante patrimonio religioso, vivió una intensa transformación durante la contienda. El convento de las Mercedarias acogió un hospital de sangre, y al acabar la guerra, sirvió de parroquia del barrio mientras se reconstruía la incinerada parroquia de la Bonanova.
Antecedentes históricos del convento de las monjas mercedarias
El convento de las monjas mercedarias es una joya histórica escondida en el barrio de Sant Gervasi de Sarrià.
El convento fue fundado en 1860 por las monjas mercedarias como colegio para niñas externas e internas, y una escuela gratuita para niñas de clase obrera. Durante la Guerra Civil española, los templos y colegios religiosos fueron colectivizados y cambiaron sus funciones a dependencias del Gobierno provisional de la Segunda República. Sant Gervasi, barrio rico en patrimonio religioso, sufrió una profunda transformación. El convento sirvió de hospital para transfusiones de sangre y, una vez finalizada la guerra, se convirtió en la iglesia parroquial del barrio.
El impacto de la guerra en el patrimonio religioso de Sant Gervasi
La guerra tuvo un impacto significativo en el patrimonio religioso de Sant Gervasi.
Muchos de los templos y escuelas fueron incautados y convertidos en hospitales u otras instalaciones públicas.
La guerra dejó su huella en el patrimonio religioso de Sant Gervasi, que nunca se ha recuperado. Los edificios que una vez fueron símbolos de fe y comunidad están ahora en ruinas y abandonados.
¿Cómo afectó esta transformación al barrio?
El patrimonio religioso de Sant Gervasi se vio gravemente afectado por la guerra.
El convento se convirtió en un hospital, y muchos de los templos e iglesias en almacenes o fábricas. Esto causó grandes trastornos a la comunidad, ya que las instituciones religiosas eran una parte importante de sus vidas.
Tras la guerra, el convento se utilizó como iglesia parroquial, lo que ayudó a reconstruir la comunidad. Sin embargo, el daño causado al patrimonio religioso de la zona nunca podrá repararse.
Adaptaciones a un paisaje cambiante
Puedes ser testigo de la evolución del paisaje de Sant Gervasi con el convento de las Mercedarias Misioneras como testimonio de su historia. Este edificio irradia la forma en que ha perdurado y se ha adaptado a su entorno siempre cambiante, un emblema de resistencia a través de la agitación histórica.
Preservación y reconocimiento del impacto cultural del convento
Podrás experimentar la conservación y el reconocimiento de este impacto cultural cuando visite Sant Gervasi. El edificio del convento se ha convertido ahora en un centro cultural, dedicado a preservar la historia y el legado de esta zona. Es una oportunidad única para aprender más sobre la evolución del lugar y su impacto en la comunidad local. También encontrarás varios monumentos y lugares históricos alrededor del convento, que recuerdan su rico patrimonio religioso. Al conocer este icono religioso, comprenderá mejor cómo ha evolucionado Sarrià a lo largo del tiempo.
Intervenciones modernas del convento para una nueva era
Quizá te preguntes: ¿qué le ha ocurrido a este lugar con un patrimonio religioso tan rico? La respuesta es la transformación. Por ejemplo, el convento se sometió a varias intervenciones modernas para prepararlo para una nueva era. En 2006, fue restaurado y convertido en un hotel que también alberga un restaurante, una capilla y un auditorio. Los esfuerzos de restauración también le han permitido mantener su encanto estético original, que honra su pasado histórico. Hoy en día, el convento es un espacio único para la reflexión y la meditación que aún conserva algunos de sus antiguos objetos religiosos de hace siglos.
Conclusión
Este convento tiene una larga e interesante historia, que merece una visita, es una mirada fascinante a la transformación del patrimonio religioso en Barcelona.