Enclavado en la falda del Tibidabo, CosmoCaixa ofrece actividades para todo el mundo y permite vivir la ciencia de primera mano.
Divulgar la ciencia
El CosmoCaixa, el museo de la ciencia de Barcelona, está ubicado en un edificio modernista de 1909, obra del arquitecto Josep Domènech i Estapà. La edificación alojó inicialmente un asilo para ciegos, L’Empar de Santa Llúcia, que estuvo en funcionamiento hasta 1979. Dos años más tarde abría sus puertas el primer museo divulgativo de la ciencia de toda España y uno de los mejores de Europa, una innovadora propuesta con el objetivo de acercar la ciencia a los ciudadanos.
Después de una remodelación en el 2004, que amplió sus instalaciones hasta los 50.000 metros cuadrados actuales, recibió el nombre de CosmoCaixa, que es como se conoce hoy en día.
Un espacio para disfrutar
Del museo cabe destacar el planetario, una extraordinaria visita al cosmos en un viaje a través del tiempo de las estrellas y los planetas; el Muro Geológico, formado por siete grandes cortes de roca real para interpretar la geología; la Sala de la Materia, un lugar donde convertirse en científico y poner límites a la física; y el Bosque Inundado, que recrea un ecosistema amazónico que incluye especies vegetales y animales de la zona. Para diseñar esta área, los científicos viajaron al estado brasileño de Pará para crear moldes y reproducciones fieles de los grandes árboles y de la vegetación de la zona.
El CosmoCaixa constituye todo un desafío para los sentidos y es una de las mejores propuestas de ocio de la ciudad, pensada tanto para mayores como para pequeños. Con un edificio de referencia, el CosmoCaixa ha puesto el modernismo al servicio de la ciencia más moderna.